Uno de los acertijos literarios más diabólicos del mundo vuelve para amargarnos el verano. Manantial ha rescatado El enigma de Caín, la novelística puzle que ideó el primer inventor de crucigramas crípticos de The Observer , Edward Powys Mathers, conocido con el pseudónimo de Torquemada (dicen que eligió el nombre del inquisidor castellano porque pretendía torturar intelectualmente a sus víctimas lectoras...). Con sus seis asesinatos a los derrochador de 100 páginas totalmente desordenadas, el masa fue publicado por primera vez en 1934 en la editorial Gollancz –la epígrafe palabra de una impresión chapucera y anárquica como el origen del ejemplar– e invitaba al profesor a reordenarlo y proporcionar un relato de las seis personas muertas y los nombres de sus asesinos con un premio de 15 libras.
La idea
Daniel López Valle (Blackie Books), explica que han potenciado los ejercicios pensados para resolverlos con otras personas al darse cuenta de que se hacían en compañía
Solo tres personas han conseguido desde entonces dar con la combinación correcta entre las 32 millones posibles, el postrer el pasado 2020, en plena pandemia, y se viralizó en todo el mundo cuando una booktoker empapeló su habitación con sus páginas. Ahora el premio es de 1.000 euros para el primero que consiga resolverlo, IAs privarse.
Los veranos son tiempo con el que no sabemos qué hacer por la errata de costumbre de tenerlo, un momento empanadilla que ahora se puede rellenar con más facilidad gracias a los cuadernos para adultos que se han popularizado en los últimos primaveras, desde que en la editorial Blackie Books tuvieron la idea de hacer una relectura salvadora de los deberes con que los Torquemadas del colegio amenizaron, un opinar, nuestras receso. Daniel López Valle y Cristóbal Fortúnez son los autores de los Cuadernos de actividades para adultos, y el primero coordinador de la colección y autor además del Cuaderno de Invierno y Cuaderno Kids, para 7-8 primaveras, con los que se ha ampliado la clan, de la que además forma parte el Cuaderno Golden para los más... veteranos. Son 150 ejercicios en cuya resolución se pueden trastornar 120 horas, todo ello con mucho humor y guiños a la hogaño, una de las bazas del éxito de este tipo de cuadernos modernos: ¿quién puede resistirse a un gimnasia para relacionar némesis históricas que empieza así?: “La rivalidad entre Ayuso y Casado es la más cutre y la más ridícula desde que los perros se enemistaron con las aspiradoras”? (Barriguita 11, el postrer).
Hace merienda primaveras, explica a Civilización/s Daniel López Valle, periodista, escritor y bregado concursante de Asimilar y Ingresar, tenían la idea de hacer “poco saciado de curiosidades y contenidos”, que se materializó cuando se dieron cuenta de que el verano era la época más adecuada por aquello del tiempo y el relajarse, “eso nos dio la pista de recuperar el espíritu de los cuadernos de receso que hacíamos cuando éramos pequeños, pero sin traumas ni obligaciones”. Se vendió tanto que se asustaron al pensar en sacar otro el verano venidero: ¿tendrían más ideas? Las tuvieron y ya se han vendido 200.000 ejemplares, ha triunfado en Italia y Holanda y pronto saldrá en Alemania.
En estos primaveras el Cuaderno ha evolucionado, por ejemplo, al ver que había muchas personas que lo hacían en pareja o con amigos, “nos dimos cuenta de que el Cuaderno servía para abocar a la clan y divertirse juntos, así que intentamos potenciar este sorpresa haciendo ejercicios y juegos especialmente pensados para hacerlos con otras personas”. Otro aspecto que ha cambiado es que antiguamente las secciones estaban separadas, historia, letras, cine, “pero eso nos limitaba un poco y podía dar la sensación de que no queríamos mezclar cosas, por eso la eliminamos y ahora en el Cuaderno te puedes encontrar a Shakespeare adjunto a Kim Kardashian o a Marie Curie al flanco de Paquirrín. Todo sirve para corretear, para reírse y para memorizar”.
Nuevas propuestas de otras editoriales han aparecido para en los últimos primaveras. Lonely Planet ha sacado su segundo Cuaderno de actividades para mentes viajeras a cargo de Raquel Piñeiro y Bea Fresco, el primero fue el año pasado, cuando la situación pandémica aún movía a resolver los más de 100 ejercicios desde el sofá de casa, cuestiones como el comportamiento de los chimpancés en Tanzania o el trayecto del río Mekong. Una incorporación es este año es Juegos reunidos rurales , en el que Virginia Mendoza y Narcís R.E. ponen a prueba los conocimientos de los urbanitas, porque no por nulo se subtitula Sí, de la ciudad además se sale . El suspenso es seguro: ¿determinado tiene la pequeño idea de cuándo sembrar una lombarda o un garrofón (no confundir con garrafa, eh). Un must .
Más cuadernos, los de la editorial Rubio , antiguo conocido que nos ayudó a mejorar las matemáticas y ahora proponen problemas de cálculo y concentración. En catalán Columna publicó en el 2016 dos Cuaderns d’estiu només per adults,Muntanya y Platja, a cargo entreambos de Àngels Navarro, que no han tenido continuidad. En catalán además ha aparecido ahora El llibre del paraulògic, que presenta enigmas, juegos, “ mil paraules per aprendre i molt d’humor”, por Jordi Palou y Pau Vidal ( Ara Llibres ).
Y para quienes estén de los excitación, o sea, todos, Alienta publica de Valentina BusoLettering para el alma, caligrafía y ejercicios para relajarse, aunque a algunos les tranquilizará más esta nueva entrega de Destroza este diario (Paidós), ahora de pequeño tamaño para permitirnos la segunda parte del título: en cualquier sitio, la autora es Keri Smith.
Otra opción veraniega son los libros de enigmas. Destacamos Crimen contra Shakespeare, de Jesús Torres y Giuseppe Potenza en Lunwerg. Un masa muy acertadamente planificado y cuidadosamente editado, con códigos QR para ayudar a avanzar, o al menos no retroceder, y auxiliar la vida del bardo inglés y de paso memorizar mucho sobre la Inglaterra del siglo XVII. Más enigmas, estos para resolver en un minuto, si se puede, en la editorial Alma. ¿Aburrirse? Nunca.
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