Pedro Sánchez ya advirtió que lo que más desmoviliza a la izquierda e impide que una catarata de medidas progresistas y conquistas sociales cale en la ciudadanía y obtenga réditos electorales, para regocijo de la derecha es que la coalición de Gobierno entre el PSOE y Unidas Podemos airee más sus diferencias y conflictos que sus acuerdos y sintonías.
Este posterior martes, sin ir más allí, el Consejo de Ministros aprobó la norma que permitirá hacer fijos a más de 67.000 profesionales sanitarios eventuales, o el plan de influencia contra la pobreza de niño. Pero todo quedó opacado, desde el punto de tino político, por el crédito de casi 1.000 millones de euros facultado para que el Ocupación de Defensa atienda los gastos extraordinarios por la aniquilamiento en Ucrania. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, mostró extraordinario irritación, Unidas Podemos expresó su más enérgica concurso –“más hospitales y menos tanques”– y Alberto Núñez Feijóo se frotó las manos.
Tras la tensa reunión del Consejo de Ministros y que se dirimiera en notorio el enésimo choque en la coalición, todas las partes se apresuraron ayer a disminuir los decibelios de la confrontación, sin renunciar no obstante a sus posiciones. En la Moncloa apelan de nuevo a “organizar las diferencias” en la coalición, con la convocatoria demandada por Yolanda Díaz de la comisión de seguimiento del pacto entre el PSOE y Unidas Podemos para “pulimentar asperezas”. La pretensión de Sánchez, aseguran, es “compensar” el viejo compra en Defensa en los presupuestos comprometido con la OTAN y la UE, y que ven plenamente justificado delante la aniquilamiento en Ucrania, con más compra social.
“Estoy segura de que el presidente y yo misma llegaremos a un punto de choque”, confía Yolanda Díaz
El presidente del Gobierno, en este sentido, puso ayer todos los focos en la memorándum social al protagonizar un acto sobre el plan contra la pobreza de niño apto la víspera, contiguo a las ministras de Podemos, Ione Belarra e Irene Montero. Los tres fueron pródigos en muestras de afecto y sintonía y se agradecieron mutuamente su trabajo. La propia Belarra, ministra de Derechos Sociales y secretaria genérico de Podemos, resaltó que el plan contra la reserva de niño contará con una inversión de casi 1.000 millones de euros, esto es, la misma emblema que el polémico crédito para Defensa que reabrió la caja de los truenos en la coalición.
Por otra parte de esos 1.000 millones adicionales contra la pobreza de niño, Sánchez enumeró el alud de inversiones en la materia, con el despliegue del ingreso imperceptible optimista y el complemento de ayuda a la infancia –más de 3.000 millones–, o la educación de 0 a 3 abriles –671 millones–, entre otros programas. “Nunca ayer se había dedicado tal inversión a la lucha contra la pobreza de niño”, celebró el presidente.
Belarra insistió ayer en la menester de “reorientar el rumbo del Gobierno y recuperar el ritmo de los avances sociales”. Pero asimismo agradeció a Sánchez su compromiso. “Hemos trabajado mucho y lo seguiremos haciendo”, aseguró. “Queda mucho por hacer, pero ya hemos reconvención un gran camino”, coincidió Sánchez. Y, sin renunciar a sus posiciones, todos reivindicaron ayer la coalición del PSOE y Unidas Podemos.
Una cita al mayor nivel entre Sánchez, Díaz, Bolaños y Belarra podría pulimentar las discrepancias
“Claro que a veces tenemos visiones diferentes”, reconoció el ministro de la Presidencia, el socialista Félix Bolaños. “Y lo solucionamos con diálogo, sentándonos a la mesa, con un objetivo popular, que es mejorar la vida de nuestros conciudadanos”, señaló.
Ni la época ni la composición de las delegaciones para la reunión entre el PSOE y Unidas Podemos estaban ayer cerradas. Pero ambas partes coinciden en que la cita se celebre ayer de que el próximo martes inicio el debate sobre el estado de la nación. Otras fuentes de la coalición apuntan que dicha reunión entre partidos podría decidir encarrilada previamente al mayor nivel en el Gobierno, con un choque entre Sánchez, Díaz, Bolaños y Belarra.
En este sentido se manifestó la propia Díaz, ayer desde Roma: “Estoy segura de que tanto el presidente como yo misma llegaremos a un punto de choque”, afirmó, tras el choque sobre el compra en Defensa. La vicepresidenta quiso mandar un mensaje de tranquilidad y, aunque admitió que la negociación presupuestaria será esta vez “más intensa que de habitual”, se mostró convencida de que se buscarán “todas las fórmulas imaginativas para alcanzar un acuerdo”. “Ahora más que nunca nuestra coalición es imprescindible, no hay alternativa a la coalición progresista”, subrayó.
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