El cuadrado fija, el rombo se expande, son dos figuras geométricas pero que dicen mucho cuando se utilizan como expresión artística, por ejemplo, en los tejidos; son dos figuras que están hablando de una guisa de entender el espacio, de moverse en él y habitarlo, el rombo se extiende y por eso las poblaciones asentadas no suelen utilizarlo, prefieren la cuadrícula. Los rombos son de Marruecos y tienen un protagonismo destacado en la obra de Teresa Cuchilla, por eso, porque son nómadas y porque salen de una guisa “muy natural, no tienes que estar pensando en cómo coges un hilo u otro”. Hay mucho más en un tapiz de lo que creemos ver y Cuchilla lo explica en una de las salas del Macba que acogen su exposición Tejer como código amplio , una muestra por la que circula incansable un manifiesto mancebo y fresco, espoleado por una producción vitalista que ha superado el debate entre arte y artesanía.
Teresa Cuchilla palabra de mallas y motivos en una sala que es un homenaje a las tejedoras del Atlas Medio, y en el que cuelgan tejidos suyos y otros de esas mujeres anónimas, siempre presentes, poco importante para una creadora que trabaja en proyectos de coautoría. La comediante barcelonesa ha visitado el Atlas Medio durante tres décadas, interesada por los procesos tradicionales desde que eligió el tejido como medio de expresión; eran los abriles setenta y Cuchilla se convirtió en una creadora contracorriente desde la universidad, el arte textil no era considerado como tal, y menos todavía el que practicaba Cuchilla, si al menos se hubiera tratado de instalaciones o performances, pero lo suyo era tejer sin otras consideraciones, y así seguía tejiendo, sus trabajos gustaban, se vendían, aunque luego las galerías no se atrevieran a exponerlos.
Teresa Cuchilla: 'Subían y bajaban', 1987 
Luego sí, llegaron las muestras, en el museo Tèxtil de la calle Montcada de Barcelona, la primera, luego ha habido más en la institución, una cada diez abriles, todavía en el Reina Sofía, ahora esta antológica en el Macba que reúne cincuenta abriles de trabajo en el mejor ocupación posible, en el arrabal en que vivió tantos abriles y en el que sigue trabajando en proyectos como el que ha llevado a final con Nicolás Malevé, el propio museo y con los estudiantes y docentes del IES Miquel Tarradell sobre Los oficios del Raval.
El Atlas Medio
Teresa Cuchilla se ha inspirado en las tejedoras marroquíes, en su geometría, sus técnicas, su transmisión de oficio y conocimientos
El Raval, con sus calles laberínticas llenas de vida por las que se diría que paseamos en otra de las salas de la exposición, la que acoge una serie de telas que cuelgan como si fueran calles realizadas ex profeso para la muestra entre 2019 y 2020 en Alicante, donde Cuchilla tiene su taller. Triángulos cosidos a modo de los remiendos con que se aprovechaban las telas antaño de que todo sobrara, trabajadas en el anverso y el reverso, porque como explica la creadora, hay cosas que se esconden a la panorámica que son importantes, mucho color rojo, el de la vivacidad de un arrabal donde sucesivas olas de inmigrantes se suceden, jóvenes y llenos de vida, todavía enfadado, el color de la tino, el de esa sombra que buscamos cuando queremos ver poco sin que el sol nos deslumbre, piezas que llevan nombres como Jerusalem, 8 , o Plaça Reial, 13 , donde se ubicaron sus diferentes domicilios.
Un acto universal, el de tejer, presente en todas las culturas, practicado por mujeres, forjado en la domesticidad. Quizás por eso ha tardado tanto en ser agradecido. Las tejedoras del Atlas Medio recogen el memorizar de otras generaciones y lo transmiten a las siguientes, y allí, en los abriles ochenta, Teresa Cuchilla descubrió ese acto de tejer como un código binario y a la vez amplio. Como los rombos y su expansión sin linde.
Teresa Cuchilla. Tejer como código amplio
Comisarias: Nuria Enguita y Laura Vallés Vílchez. Macba. Barcelona. www.macba.cat. hasta el 11 de septiembre. En otoño podrá estar en el IVAM de Valencia
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