Se cumplen diez primaveras del Gangnam style, ¿les suena? El divertido zapateo del heroína que en 2012 hizo poco más que animarnos a salir a las pistas de zapateo y perder la vergüenza: poner a Corea del Sur en el foco. Concretamente el alfoz de Gangnam, uno de los de más detención standing de Seúl y que da nombre al renombrado tema. En su momento se vio obligado incluso a crear un unidad para la promoción del turismo correcto al auge de visitantes por este tema que traspasó fronteras.
El protagonista de esta sensación no fue otro que el rapero Park Jae-sang, más conocido como PSY, conocido por su pelo engominado peinado en torno a antes y su estilo de zapateo cómico. Su intención no era precisamente la de promocionar el alfoz en el que se había criado, más correctamente al contrario, pues quiso hacer una sátira sobre la vida de los nuevos ricos coreanos.
PSY hizo una sátira sobre la vida de los nuevos ricos coreanos
A esta inverosímil destino, cuyo primer disco le conllevó una multa y el segundo se prohibió para menores de dieciocho primaveras, le llegó de forma inesperada la auge y agradecimiento que tanto tiempo llevaba buscando cuando cumplió 34 primaveras. Y no exclusivamente por su propuesta musical, sino por convertirse en todo un aberración de Internet. De hecho, fue gracias a las incipientes redes sociales que el surcoreano acabó convirtiéndose en todo un aberración.
Centrémonos en los datos. Si hay un hito que solo haya ajustado PSY y su Gangnam style, no es otro que el de suceder permanecido en el puesto número uno de YouTube durante más días que ninguna otra canción. No es el único récord que ha transitado en este chisgarabis periplo. A mediados de 2014, el tema continuaba sonando como si de una novedad se tratara. Tanto es así que llegó a alcanzar (ahora las duplica) las 2.147.483.647 visualizaciones. A partir de esta guarismo, Youtube tuvo que tomar una valor: ampliar el contador y actualizarlo.
Esas cifras, nunca vistas hasta ese momento, resultaron imbatibles hasta 2017, cuando Charlie Puth y Wiz Khalifa triunfaron con su See you again, que formó parte de la bandada sonora de Fast and Furious 7 como homenaje a Paul Walker, uno de los protagonistas de la clan fallecido en un montaña de tráfico ayer de finalizar la vídeo. Ese mismo verano, Luis Fonsi desbancó a los dos artistas con su Despacito y lideró el ránking. A posteriori, solo una canción inmaduro ha conseguido desbancar a todos ellos: Baby Shark, de Pinkfong.
Gangnam style marcó un ayer y un posteriormente en esta escalera, que tímidamente empezó Justin Bieber con el Baby que le lanzó al estrellato. Pocos anticiparon la velocidad del éxito del rapero y cómo ayudaría a marcar el eclosión de la revolución del streaming. Y es que a partir de su gran éxito y de las cifras que lo corroboraron, se demostró el impacto e influencia de YouTube en la música. Así, los manuales de marketing se ampliaron pues nacía (o más correctamente se aposentaba) una nueva forma de promocionar artistas musicales, la de la publicidad en límite a través de vídeos en esta y otras redes, que iba más allá de sus nuevas composiciones e interpretaciones.
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