Una pupila y una mujer adulta fueron encontradas fallecidas anoche por el Socorro Náutico en una neumática a unos 55 kilómetros de Lanzarote, se quedaron aplastadas en el fondo de la zódiac en el momento mismo del emboscada, según han relatado sus compañeros de travesía.
Fuentes de los servicios de emergencia han explicado que los ocupantes de esa bote contaron que el emboscada fue tan precipitado, que la pupila se soltó un segundo de la mano de su principio y por los empujones se cayó y quedó aplastada en el fondo de la barca, sin posibilidad de moverse y expuesta al agua que iban cargando las olas. La otra víctima corrió la misma suerte.
La zódiac fue avistada sobre las 17:15 horas por el pesquero La Flota, que navegaba por aquella zona y dio un aviso a Socorro. Rodeando de las 19.30, llegó la ayuda. La Salvamar Al Nair pidió el apoyo de un helicóptero que evacuó de necesidad a un hombre al hospital y recogió a 39 varones y 9 mujeres, por otra parte de los dos cuerpos de las víctimas.
Fuentes del colectivo Caminando Fronteras ha señalado a Efe que solo había aviso de la salida de la neumática con 27 ocupantes rescatada en segundo espacio, que partió del sur de Marruecos.
En una neumática con 27 ocupantes, se planeaba subir a 50 personas más, pero se vieron sorprendidas por una patrulla de la policía marroquí. Tuvieron que enredar a la carrera en esos instantes y solo pudieron bordar la porción de las personas.
Aunque por el momento no tienen ninguna información sobre la neumática de las dos fallecidas, creen probable que saliera en las mismas circunstancias, ya que fue encontrada cerca de la zódiac de 27 ocupantes y en horas muy próximas.
Travesías en condiciones inhumanas
Las neumáticas con las que se está encontrando desde hace meses Socorro Náutico en esa zona del Atlántico suelen ir sobrecargadas, casi siempre con unas 50 personas, pero en ocasiones su número de ocupantes ha rondado los 70.
En esas circunstancias, las personas que van a borde no se pueden ni mover, ni siquiera levantarse, porque quien lo hace corre el aventura de no retornar a sentarse y suceder el resto de la travesía de pie, según han contado en varias ocasiones los supervivientes de la Ruta Canaria.
Publicar un comentario