El otro día, pillé al revoloteo una expresión del presidente castellano pronunciada desde la tribuna del Congreso de los Diputados, en alguna de sus intervenciones durante el nuevo debate, del que ha saledizo como el coche del taller de chapa y pintura, tanto que, como dicen en Madrid, el de la Moncloa “se está gustando”. Pedro Sánchez soltó el sintagma “ciudadanía progresista” y aquello fue una epifanía. Estaba el cronista metiendo la ropa en la lavadora y quedose cual estatua del Tenorio al oír la frase de marras, no sé a descripción de qué. “Ciudadanía progresista” es un rótulo tan atún como “conferenciante por horas” o “arrendamiento de bicicletas”. Morapio a mi cacumen la imagen de algunos de mis amigos veteranos, esos que paseaban
Vaya suerte que tenemos, pues Sánchez apela a la ciudadanía progresista, lo cual significa que los demás (los conservadores, los reaccionarios y los fachas irredentos) están bajo control. No cito a los liberales, pues no los hay en España, menos en los cuadros de Antonio Gisbert (Torrijos y cía.) y en alguna ángulo peninsular. Suertudos estamos, me repito. Pero, entonces, me asaltan las dudas. Ya verán ustedes los motivos.
Pedro Sánchez soltó el sintagma “ciudadanía progresista” y aquello fue una epifanía
Según las grabaciones del excomisario Villarejo, un periodista oficialmente progresista en un canal todavía considerado progresista –Antonio García Ferreras en La Sexta– divulgó información totalmente falsa sobre Podemos y Pablo Iglesias. Si esto es el progresismo mediático, más vale ponerse a ver dibujos animados. Asimismo, otros audios del turbio director de la policía patriótica ponen en evidencia que Fernando Andreu, un árbitro etiquetado como progresista, tuvo conocimiento directo de la campaña de mentiras orquestada contra Xavier Trias, pero no hizo carencia para impedirla. Si esto es el progresismo procesal, más vale ponerse en manos de esos jueces que relacionan las violaciones con la falda corta, así ya no nos llamamos a enredo sobre nuestra “democracia plena”.
¿Dónde está el clamor de la ciudadanía progresista exigiendo ceses y mano dura de la Fiscalía contra los falsos progresistas que chapotean en las mismas cloacas que los carcas desbocados? El silencio es atronador.
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