'Ópera prima' tiene como objetivo dar visibilidad a los autores noveles que publican su primera obra novelística.
Desde que era peque, Saul A. Lelchuk tenía claro que iba a dedicarse a las humanidades. Sus padres eran escritores, por lo que tuvo “la suerte de existir en una casa repleta de libros, conversaciones literarios y visitas fascinantes, como Philip Roth y Saul Bellow, que acudían a menudo a nuestra casa en New Hampshire, Estados Unidos”, revela el autor a La Vanguardia. No obstante, pese a tener clara la profesión que quería desempeñar, no imaginaba que fuera a tener tanto éxito con su primer texto, Sálvame de los hombres peligrosos (Grijalbo), ni mucho menos, que iba a ser artista de una nueva heroína literaria, Nikki Griffin.
Lelchuk explica que siempre ha sido un hombre de meditar sus ideas pero que, en este caso, fue una perplejidad de insomnio cuando nació este personaje. “Era de perplejidad y se formó en mi mente una idea tan potente que no pude dejarla ir. Me quedé despierto durante horas escribiendo notas y, cuando me levanté a la mañana venidero, supe que ella iba a ser la protagonista del texto que tenía pensado escribir. Lo tenía tan claro que empecé con la pluma ese mismo día”, admite.
Nikki se define a sí misma como detective y librera. Las dos caras de una misma moneda. Es empática y sentimental pero, a la vez, tiene una superficie desconocida para muchos, la de justiciera. Superviviente de un pasado traumático, la vida le ha llevado a convertirse en una especie de arcángel vengador cuya empresa no es otra que castigar a los hombres que abusan, ya sea de forma física, psíquica o sexual, a sus parejas.
Por su forma de desempeñarse, son muchos los críticos y lectores que la comparan con la inconfundible Lisbeth Salander, de la clan Millenium. Lelchuk reconoce que “sin duda comparten algunos puntos como, por ejemplo, la sensación de que los sistemas legales de un país no siempre son adecuados. Una problemática que acaban resolviendo por ellas mismas, en ocasiones, de forma violenta”. No obstante, recuerda, hay ciertas diferencias entre ambas. “Mientras que Lisbeth es una hacker de oficio y, a menudo, depende de sus habilidades informáticas, a Nikki le desagrada la tecnología y ni siquiera posee un smartphone”.
Pese a la ferocidad con la que muchas veces avala a las injusticias Nikki, el escritor la defiende alegando que “se esfuerza por objetar proporcionalmente. Solo es violenta en situaciones en las que ella o determinado cercano es amenazado, o cuando un abusador doméstico ha escapado impune de la ley. Es posible que su moralidad no sea idéntica a la nuestra, pero, no obstante, tiene una brújula íntegro clara”, adelanta.
La dualidad reside en su superficie de librera. “Tiene un flanco que siempre está vigilante y otro más tranquilo. Lo de la mueble no es nimio. El catedrático descubrirá que los libros la salvaron. Y en cierto modo lo siguen hacienda ya que la ayudan a controlar sus impulsos más oscuros. Encima, cuenta con un club de leída cuyos asistentes son personas a las que Nikki ha ayudado a salir de situaciones peligrosas. Así que aquí, en el club de leída, sus dos lados se encuentran”.
El autor confirma que en los próximos meses volveremos a tener más telediario suyas por la secuela de esta clan
Lelchuk combina su trabajo de escritor con la docencia. Enseña escritura creative en un posgrado en Dartmouth College, en EE.UU. Reconoce que le encanta su encaje como profesor, especialmente ahora que tiene la oportunidad de impartir un nuevo curso que él mismo ha creado sobre ficción criminal. No obstante, reconoce que si su inesperado éxito poético va a más, tendrá que reflexionar sobre si es o no capaz de sacar delante todos sus compromisos. Con todo, admite, “me encantó la reacción positiva al texto por parte de los lectores de todo el mundo. Estoy agradecido de que mi agente haya entregado el manuscrito a editores tan fantásticos, quienes me ayudaron a dar forma y reforzar la historia que tenía. Como autor, uno se da cuenta rápidamente de que hay muchas personas apasionadas involucradas en el éxito de cualquier texto”.
El autor confirma que en los próximos meses volveremos a tener más telediario suyas por la secuela de esta clan. Pero, más allá de eso, adelanta, “adaptado acabo de terminar un texto independiente que mínimo tiene que ver y además estoy trabajando en un texto de no ficción y en una colección de cuentos”. Si poco queda claro es que Lelchuk ha llegado mundo de la humanidades pisando musculoso y tiene previsto quedarse durante mucho tiempo.
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