Lo prometido es deuda. En el primer vídeo de esta veraniega y refrescante serie dedicada a los recién graduados os dije que solo había dos tareas que debíais resistir a final en los próximos abriles. La primera era hacer caso omiso al consejo: “sigue tu pasión”. ¿Entonces, qué hay que hacer? La advertencia del capítulo de hoy de esta clan titulada “El álgebra de lo importante” es que os dediquéis a descubrir qué es lo que se os da mejor.
Agenciárselas en qué eres bueno puede parecer una quehacer sencilla, aunque es una de esas cosas fáciles de proponer, pero difíciles de hacer. Dedicaos a apañarse lo que se os da mejor, la actividad en la que sois unos auténticos y auténticas cracks. Da igual que no sea vuestra pasión. De hecho, seguramente no lo será. Una vez lo identifiquéis trabajad muy pero que muy duro y sed todo lo perseverantes que podáis, y mejorad cada día un poco más.
Si algún día llegáis a ser en realidad buenos en poco, el agradecimiento, el moneda, la autoestima y la autoconfianza harán que sintáis pasión por lo que estáis haciendo. Pero fijaros que es al revés de lo habitual. Por este motivo, lo que ahora toca es descubrir en qué sois buenos.
Según la revista Forbes, las cuatro mujeres que se han hecho más ricas en Estados Unidos con sus propias empresas no han amasado su fortuna haciendo lo que soñaban desde niñas. ¿Sus negocios? Se dedican a la construcción de tejados, a la programación de software para la industria sanitaria, a las estaciones de servicio y al transporte.
No creo que éstas fueran sus pasiones cuando eran adolescentes. Se han dedicado a identificar lo que les gusta, a mejorar y, finalmente, convertirse en unas apasionadas de lo que hacen. Así que si tenéis una pasión, hacedla en vuestro tiempo rescatado.
Es mejor admitir que no somos Bad Bunny ni siquiera el gran Chiquete. Si os gusta cantar, hacedlo debajo de la ducha mientras buscáis aquello en lo que sois buenos. Más ideas en el próximo No Lo Veas.
Pablo Foncillas
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