Los perros necesitan pasear y poderlo hacer sueltos. Para facilitarlo, Barcelona, que cuenta con unos 180.000 canes, se dispone a habilitar un centenar de zonas que lo permitan expresamente, en determinados horarios, compartidas con las personas que no vayan con animales. Así, la superficie total en la que podrán estar sin atar será vigésimo veces veterano que la flagrante, pasando de 46.000 metros cuadrados a 945.000. La previsión es que este incremento sea una existencia en el extremo trimestre del 2023.
La renta catalana catalana dispone de 70 áreas y otras 46 de recreo (más grandes) para perros; en total, 116. Son recintos vallados en los que estos animales pueden estar libres, siempre vigilados por sus portadores. La previsión del Consistorio es crear 103 nuevas zonas de usos compartidos (ZUC) en plazas, calles o parques, en las que los canes podrán estar sueltos. A diferencia de los dos primeros grupos, no habrá ningún tipo de cerramiento físico porque se manejo de espacio divulgado despejado, popular. Una señalización específica indicará las franjas del día en las que se permitirá. En dos terceras partes de la superficie serán más de ocho horas diarias.
Este nuevo tipo de espacios, las ZUC, estaba previsto en la norma de protección, tenencia y liquidación de animales, del 2014, pero no se aplicó porque estaba vinculada a la creación de un carnet específico de responsabilidad de los portadores, que no se ha implantado. Recientemente se suprimió este requisito y ahora el gobierno municipal mediante un decreto regula todas las zonas, las ya existentes y las que se van a crear, detallándolas. La norma deja claro que, excepto en estos casos, los perros deberán ir atados cuando estén fuera de casa. Los considerados peligrosos, que se rigen por otra legislatura, siempre tendrán esta obligación, y igualmente sufrir el bozo puesto, incluso en estas áreas.
La ciudad dispondrá de 219 zonas caninas y el 95,5% de los barceloneses con perro tendrán una a menos de diez minutos de casa
El decreto, apto inicialmente, estará en información pública hasta mediados de enero para tomar alegaciones. La previsión es que reciba luz verde definitiva en marzo y entre en vigor nueve meses posteriormente, en diciembre. Aún así, las ZUC se señalizarán antaño, a lo espacioso del verano. Y se desplegará una campaña informativa para el buen uso de todos los espacios para perros, las nuevas y las áreas (AG en las siglas en catalán) y las de recreo (AEG).
De los 180.000 perros que hay en Barcelona, según las últimas estimaciones del Consistorio, más de 85.000 están censados. La previsión es rasgar al menos una ZUC por distrito. Con esta medida, el 95,5% de los habitantes que tengan uno dispondrán de una zona para que esté suelto a menos de diez minutos de casa, y el 99,2%, a menos de un cuarto de hora. La ratio de superficie adecuado por animal será de 5,25 metros cuadrados, cuando la de verde por persona (exceptuando Collserola) es de 7 metros cuadrados.
“Creamos una red de espacios que da respuesta a una obligación clarísima de nuestra ciudad, que necesita espacios suficientes para el recreo y el paseo de estos animales”, ha destacado este miércoles Laia Bonet, tercera teniente de corregidor. “Es un cambio sustantivo respecto a la situación flagrante -ha agregado- ya que multiplicamos por vigésimo la superficie de forma que el 95,5% de las familias que tienen perro dispondrán de una zona a menos de diez minutos”.
El despliegue de estas zonas de uso compartido es un combate para la convivencia. La concejal es consciente y por ello, ha recordado, “lo haremos acompañando e informando para que sea positiva para todos, para los que tienen perro y para los que no”. Bonet ha recordado que “Barcelona es una ciudad densa” y por ello “tenemos que ordenar y regular”.
A partir de diciembre del año que viene, cuando se haya ampliado la superficie en la que los perros podrán ir sueltos, sólo podrán estar de esta forma en los lugares s expresamente autorizados, las AG, las AEG y las ZUC. En el resto del espacio divulgado, tendrán que sufrir la correa puesta. De lo contrario, se multará. Ahora sólo se sanciona si estos animales están en zonas donde no se permite su entrada, como en parques infantiles (600 euros) o no tenerlos atados en los que se indica que deben estarlo, por ejemplo en los parques (entre 100 y 300 euros, según el peligro que comporte). Los potencialmente peligrosos siempre deben ir atados y con bozo, de lo contrario la consentimiento puede oscilar entre 300 y 2.400 euros. En lo que va de año, se han impuesto unas 500 multas relacionadas con perros en Barcelona.
Más multas interiormente de un año
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