El gobierno de la alcaldesa Ada Colau prepara ya nuevas restricciones al funcionamiento de un buen puñado bares, restaurantes y terrazas de los barrios de la Barceloneta y de Sant Pere, Santa Caterina i La Ribera. La voluntad del ejecutante municipal es que entren en vigor antiguamente de que concluya el presente mandato, la próxima primavera. La comunicado, no podría ser de otro modo, desató la indignación del Gremi de Restauració de Barcelona. Los restauradores anuncian ya que llevarán todas las restricciones horarias a los tribunales. Allí se dirimirá la última pleito de las terrazas.
El concejal responsable del distrito de Ciutat Vella, el popular Jordi Rabassa, acaba de anunciar que las rebajas horarias ya previstas de muchos negocios ubicados en los barrios del Gòtic y del Raval entrarán en funcionamiento este fin de semana, luego de que el Concejo haya resuelto las diferentes alegaciones presentadas por los afectados. Otras limitaciones de este tipo ya funcionan en la calle Enric Granados, los Jardines de la Mediterrània y las principales plazas del ciudadela Vila de Gràcia.
El Gremi de Restauració pondrá contenciosos administrativos contra todas ellas
En ingenuidad la veterano parte de todas estas medidas ya fueron anunciadas durante este verano. Es que su puesta en marcha requiere de unos cuantos meses de tramitaciones. Y ya puestos el concejal Rabassa quiso beneficiarse el tercio y añadió que la lucha contra la contaminación acústica para certificar el alivio municipal obligará muy probablemente al Concejo a tomar medidas de este tipo todavía en las calles Allada Vermell y Almirall Churruca, donde todavía se concentran muchos establecimientos. “Nuestra prioridad es la vigor de los vecinos”, abundó el concejal.
Los establecimientos afectados se encuentran en las áreas consideradas como Zona Acústicamente Tensionada en Horario Noctámbulo (ZATHN). Rodeando de 60 bares y restaurantes ubicados principalmente en la calle Escudellers y la plaza George Orwell, y todavía en la calle Joaquín Costa y la plaza dels Àngels, tendrán que cerrar una hora antiguamente a partir de este sábado, y en área de echar la persiana a las tres de la amanecida tendrán que hacerlo a las dos. La modificación de la norma todavía afecta a trece terrazas de estas zonas del Gòtic y del Raval, que tendrán que estar recogidas a las merienda de la sombra.
El Gremi de Restauració interpondrá hasta bienes contenciosos administrativos contra estas medidas. Los primeros, los de los Jardins de la Meditarrània y varias plazas de Vila de Gràcia, se presentarán este mismo diciembre. Las de Ciutat Vella las pondrán a principios de año. El director del hermandad, Roger Pallarols, señaló que el Concejo “intenta hacer creer que cerrar las terrazas a las doce es un disparate, pero en Lleida y Girona cierran a las doce y media, en Valencia y Sevilla a la una y en Málaga a las dos. Los horarios de Barcelona ya eran de los más restrictivos de Catalunya y del resto de España, y ahora lo serán aún más”.
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