Primeras luces de la mañana, trasiego de viajeros en la fase de Sants. Un capricho mañanero, comprar un tomo. Una mujer entra en la imprenta de la fase, que ya está concurrida a estas horas. Se detiene a observar las últimas novedades literarias disponibles. Su observación recae en una mujer escribiendo en las páginas de cortesía de un tomo; ha captado su atención. Tiene apartados 8 ejemplares idénticos. No es capaz de identificar si es la autora de dicho tomo pero su sexto sentido ya está en alerta. La mujer misteriosa termina de escribir en cada ejemplar. Tutela su boli y levanta la apariencia, sus miradas se cruzan. Sonríe, coge un ejemplar y lo coloca adaptado delante de la viajera. Con una sonrisa le dice: “Cógelo, te gustará, soy la autora”. Acto seguido se aleja. El tomo ya ha sido identificado. Cristina Campos, finalista del premio Planeta 2022. Ejemplar: Historias de mujeres casadas.
¿Acto de márketing? ¿Acto de cariño a sus lectores? Establecer es graciosamente. El acto en sí es un regalo, se mire como se mire.
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