No importa que el otro día acudieras a la papelería a por tres novedades que estabas deseando descifrar. O que encontrases la tirada de ese clásico que tanto buscabas. Ni siquiera que en plenas Navidades haya caído algún título más. Y que, en definitiva, la estantería del salón esté cargada con una buena cantidad de libros esperando a ser leídos. A la hora de la verdad, muchos lectores ignoran todo esto y acaban volviendo a releer sus novelas favoritas.
En invariable se tráfico de poco malo, ya que, entre los beneficios de la lección, se encuentra su peculiar cualidad de memorizar nuevas cosas y lograr diferentes percepciones con las relecturas de libros ya conocidos. Sin bloqueo, resulta cuanto menos maniático y muchos son los que se preguntan: ¿Por qué? La ciencia tiene la respuesta y, de hecho, tiene mucho que ver con esto.
La razón por la que se releen novelas
La Psicología afirma que el principal motivo por el que se da esto son las imágenes mentales. Por mucho que se conozca una historia, sus giros y sus intrigas, hasta el más pequeño detalle, la experiencia de descifrar una novelística siempre será diferente en todas y cada una de sus relecturas. La razón es que en cada una de esas ocasiones se generan una serie de imágenes mentales nuevas, dispares a las ya conocidas. Así se origina una nueva experiencia
No se tráfico simplemente de una cuestión de imaginación, sino que la percepción cumple un papel fundamental. Cuando se crea, de forma involuntaria, una imagen mental parte desde una forma visual, por ejemplo, visualizando el rostro de uno de los personajes o a través de la configuración de los escenarios. Pero no es el único sentido que interviene. El audición puede manifestarse a través de los ruidos que se producen adentro de la historia y que se emulan durante la lección. Además los tonos de voz y los matices expresivos de los personajes, que resuenan en la mente durante el avance de la novelística.
Lo mismo sucede tanto con el instinto como con el regusto, otros dos fundamentos que pueden hallarse estimulados durante la lección e influir en la construcción de esa historia. Así como la guisa en la que es percibida por cada conferenciante.
Durante la lección de una novelística se suceden todo tipo de incitaciones al explicación de estas imágenes mentales. Como descripciones de lugares o de personas, de olores o incluso ambientes de los que se pueda extraer inconscientemente ese efluvio a causa del trabajo de ambientación. Los sonidos que se derivan de los diferentes escenarios o por la guisa en la que cada persona se imagina cada superficie o incluso la personalidad de los personajes. Todo esto va cambiando una y otra vez con las relecturas.
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