Lavavajillas, lavadora, microondas, televisión, secadora... Tenemos la vivienda repleta de electrodomésticos que nos facilitan las tareas del día a día y aumentan considerablemente nuestra calidad de vida. Aunque es cierto que parece que cada vez duran menos tiempo los electrodomésticos en condiciones óptimas de usabilidad. Es más, según una averiguación de la Estructura de Consumidores y Usuarios (OCU), el 59% de los consumidores está dispuesto a sufragar más por un gran electrodoméstico que dure más tiempo. Cuando se produce alguna avería en alguno de los electrodomésticos que forman parte de nuestra vida diaria comienzan a acecharnos una serie de preguntas: ¿Tengo derecho a reparación?, ¿será posible su reparación?
Derecho a la reparación
La Unión Europea aprobó una reglamento el pasado 2020 en la que obliga a los fabricantes de electrodomésticos a respaldar que sus aparatos puedan repararse durante al menos un periodo de diez primaveras. El objetivo de esta reglamento es aumentar la durabilidad de los electrodomésticos y evitar gestar basura electrónica innecesaria. No en vano, Naciones Unidas advierte de que “si no se toman medidas” en el año 2050 el planeta generará más de “120 millones de toneladas anuales” de basura electrónica.
La fuero está del banda de los consumidores. Por otra parte del amparo de la reglamento de la UE, el Vivo Decreto 58/1988, sobre protección de los derechos del consumidor en el servicio de reparación de aparatos de uso doméstico, establece los derechos que como consumidores tenemos en el proceso de reparación.
Entre ellos destaca el derecho a obtener un presupuesto previo a la reparación para que como usuarios conozcamos los costes que nos puede ocasionar y el tiempo que se estima que durará la reparación. Y, sobre todo, si el trasto se encuentra en respaldo, no debe repercutirse ningún coste adicional.
Por otro banda, este Vivo Decreto igualmente obliga a que los servicios de audiencia técnica (SAT) reparen de forma obligada todos los electrodomésticos averiados de la marca a la que representan por orden de venida sin importar si el trasto está en respaldo o no.
Todavía es importante mencionar la regulación que establece en la adquisición de piezas para la reparación. En otras palabras, si para la reparación se ha indispensable la importación de piezas, como usuarios tenemos derecho a exigir su ticket de importación. Por su parte, el SAT no puede agenciarse piezas si no son completamente necesarias para la reparación del trasto y si lo hace debe hacérnoslo entender adicionalmente de entregarnos las piezas que hayan sido sustituidas.
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