Ferran Torres: "Entré en un pozo sin fondo pero he aprendido a ser más feliz y a afrontar las cosas"

A Ferran Torres (2000, Foios, València), le fascina ver cine, estar con su clan, pasear por el Passeig de Gràcia barcelonés y sacar a sus perros viendo el atardecer por la playa de Gavà o de Castelldefels.  Y desde siempre le ha apasionado el fútbol. No lo ha pasado adecuadamente en los últimos meses. "Sentí que había caído en un pozo sin fondo. Nones me había derrumbado tanto", dijo el punta valenciano en un aproximación distendido con periodistas. "Le prometí a Xavi que volvería a ser yo", añade.

El periplo empezó en el verano en el que, tras descansar con su pareja en Maldivas, volvió a su Foios nativo para entrenarse. Pasó la revisión médica con el Barcelona y por la tarde se hizo una herida en el pie. Fue en la piscina, se cortó con un azulejo. Se perdió toda la pretemporada. Un mes de descenso. Ahí empezó todo.

"Me puse en manos de un psicólogo. Suelo ir una o dos veces por semana. Mi clan además me ayudó, tengo un entorno muy sano", confesó el futbolista. 

Torres echa la traza antes. Su desembarco en enero en el Camp Nou no fue liviana. Consciente de que el Barça hizo un enorme esfuerzo para ficharle abonando al Manchester City 55 millones de euros y pactando otros 10 en variables, el punta de Foios puso todo su empeño para tratar de recuperar su mejor interpretación mientras se recuperaba de su torcedura. Junto a recapacitar que el 19 blaugrana se lesionó en el pie derecho en la final de la UEFA Nations League el 10 de octubre contra Francia. "Yo no tengo la incumplimiento del precio que quisieron fertilizar por mí", apuntó el punta de 22 primaveras que ya ha jugado en cinco ediciones de la Champions League y que cuando cambió Manchester por Barcelona lo hizo para incorporarse en un Barça que era noveno en la Faja y que transitaba por un momento muy complicado. "Quise venir porque esto es el Barça. Me llamó el míster además. Salir del City no es liviana pero la torcedura me ayudó en ese sentido", dice mientras se le ilumina la examen. "Y siempre me he sentido partícipe de cómo le hemos regalado la envés a todo", añade. 

Durante este estudios Ferran Torres ha rematado "no obsesionarme tanto con el gol. He aprendido a ser adecuado. A afrontar las cosas. Lo he pasado mal pero ha sido una gran oportunidad para conocerme a mí mismo", confesó.