¿Qué necesitas para prevenir y reparar las humedades y filtraciones?

Las humedades son las grandes enemigas de las casas. Y de sus inquilinos, pues resultan un foco de bacterias y ácaros que pueden afectar directamente a la lozanía de quienes habiten en habitaciones afectadas por estas filtraciones. Encima, afectan al buen estado y las condiciones de seguridad del hogar. De modo que permanecer alerta para detectar humedades será poco que todo residente deberá tener en cuenta. Aunque lo ideal sería no tener que ascender hasta esa situación, la esencia está en su prevención.

El olor o una sensación de frío que no debería existir ofrecen pistas del división en el que pueda encontrarse una humedad. Desafortunadamente, estas suelen descubrirse cuando ya es demasiado tarde. En esos casos no quedará más remedio que ponerse manos a la obra y repararlas para que no empeoren.







¿Cómo aprestar humedades y filtraciones?

Es cierto que en ciertas situaciones resulta difícil evitarlas, sobre todo cuando el clima regional tiene un papel importante en este aspecto. Pero, generalmente, las humedades sí se pueden evitar. El secreto consiste en hacer revisiones periódicas de la casa y no perder de olfato cualquier fisura, que suelen ser las causantes de estos problemas de filtraciones.



Cerciorarse de que el tejado permanezca en buen estado. Las tejas en su sitio y sin ningún tipo de fisura. Aunque no es la única vía para que se produzcan las humedades, es de las más comunes.







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La portada además ha de estar redimido de grietas. De identificarse alguna rajadura, habrá que repararla o perfectamente mantenerla vigilada para que no se filtre agua a través de ella.







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Cuidar las puertas y ventanas. El uso de estas, especialmente a posteriori de algún golpazo, podría provocar la aparición de grietas. Hay que mantenerlas perfectamente selladas para que el agua no pase ni se acumule.









¿Cómo se reparan las humedades?

En presencia de la aparición de una humedad será imprescindible identificar por qué se ha producido. Ya que puede deberse a algún problema concreto, como una tubería rota, que hay que solventar para evitar su reaparición. Una vez conseguido esto, llega el momento de enfrentarse directamente a la humedad. Si no se tráfico de poco tranquilo, bastará con aplicar con pulverizador sobre ella vinagre blanco. Este deberá dejarse proceder durante unos treinta minutos antaño de retirarse con un trapo húmedo.

Este producto es uno de los más recomendados porque no resulta demasiado agresivo, como si puede ser la recuelo, que, adicionalmente, solamente funcionará en humedades asaz superficiales. Pero igualmente puede recurrirse al bicarbonato mezclado con agua o al amoníaco. Una vez que la muro esté completamente sequía, solo quedará pintarla con un producto exclusivo antihumedad, así se añadirá un extra de protección para que no reaparezca.

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