El escritor italiano Roberto Saviano, autor de la exitosa novelística Gomorra, ha vuelto a sentarse hoy en el banquillo de los acusados en un motivo por difamación contra un miembro del Gobierno italiano. Esta vez le ha demandado el coetáneo viceprimer ministro y ministro de Infraestructuras, el líder de la Venda Matteo Salvini, por vincularle con la mafia en una publicación en sus redes sociales en el 2018.
Entonces Salvini ocupaba el cargo de ministro del Interior del primer ejecutante de Giuseppe Conte, y estaba concentrado en una férrea política contra la inmigración. Luego de que en un mitin en Rosarno, uno de los lugares con más presencia de la ‘Ndrangheta, el crimen organizado calabrés, se identificaran algunos miembros de los clanes locales, el escritor le llamó “ministro de la mala vita”, un término que en Italia se utiliza para referirse a la mafia.
"Me siento orgulloso de ser dibujado en este proceso penal porque me da la oportunidad de dejar constancia delante el tribunal de que no vamos a permitir que los dirigentes de los partidos y los ministros del Gobierno impidan la crítica", declaró Salviano al final de la primera aspecto del proceso, por el que podría enfrentarse a hasta tres abriles de gayola. Tras la primera audiencia, meramente formal, el escritor ha querido defender sus ataques a Salvini acusándole de utilizar el sur de Italia como un “depósito de votos fáciles” y de utilizar a gitanos o inmigrantes como chivos expiatorios mientras ignoraba los problemas más profundos de las regiones meridionales.
No es el único motivo de este tipo al que se enfrenta Saviano, con escolta desde hace abriles por las amenazas de la Camorra. En noviembre comenzó otro muy similar, esta vez por la demanda de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien se querelló contra él por haberle llamado “bastarda” en un software de televisión. Fue hace dos abriles, cuando todavía estaba en la examen, en el plató de una retransmisión del canal televisivo La7. El escritor, impactado por la homicidio de un bebé guineano en un decadencia en el Mediterráneo, estalló delante las ideas contra la inmigración de Meloni y de Salvini y dijo: “Os habrá venido a la memoria toda la basura lanzazo contra las oenegés, a las que llaman taxis del mar o cruceros. Solo me sale proponer: bastardos. A Meloni y Salvini, bastardos, ¿cómo podéis?”, aseguró delante los telespectadores.
Roberto Saviano lleva escolta desde hace abriles por las amenazas de la Camorra
Igualmente le ha denunciado el coetáneo ministro de Civilización, Gennaro Sangiuliano, que le reclama 250.000 euros por ocurrir dicho que su avance a esta cartera fue motivado por ocurrir sido un periodista servil delante la derecha. Hasta hace poco, Sangiuliano era director informativo de la segunda prisión de la RAI, la televisión pública, y sus posiciones favorables a los partidos conservadores eran sobradamente conocidas. Adicionalmente, le llamó periodista “común” y “biógrafo de Putin”.
“Hoy me defiendo contra el viceprimer ministro, mientras tengo un motivo en curso con la primera ministra y una demanda civil interpuesta por el ministro de Civilización. Tres ministros del mismo Gobierno llevan a los tribunales a cualquiera que se atreva a criticarles”, ha lamentado Saviano, que considera que Italia es “el único caso en las democracias occidentales en el que el poder ejecutante pide al poder sumarial que delimite el perímetro en el interior del cual es posible la crítica”. Y ha listo: “Exponer la constante manipulación de la información de estos representantes políticos es un derecho inalienable que voy a defender”.
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