La T-Mobilitat no será solo de plástico resistente. Incluso se podrá comprar en un formato cartón que se asemeja a las actuales tarjetas condenadas a desaparecer, aunque con un chip incorporado que la convierte en una moderna plástico sin contacto.
Este nuevo formato será recargable, igual que la de plástico, pero no personalizado, sin tener que dar ni nombre, ni patronímico ni DNI al adquirirla. De hecho, mientras que la T-Mobilitat se tiene que tramitar en alguno de los puntos presenciales de las compañías de transporte divulgado o a través de la propia web, el nuevo tipo de plástico se podrá comprar directamente en las máquinas de autoventa. La plástico en sí costará 50 céntimos, muy por debajo de los 4,5 euros de la de plástico.
“Está pensada para pasajeros esporádicos o menos recurrentes”, apuntan fuentes de la Autoritat del Transport Metropolità (ATM). Por ello, solo permitirá cargar títulos no personales y destinados a usos puntuales como los de los turistas: la T-Casual (diez viajes unipersonales), la T-Descendiente (ocho viajes en 30 días que pueden ser compartidos) y la T-Grup (70 viajes multipersonales en 30 días).
La puesta en marcha se calma para algún momento de este año, aún sin concretar. El impulso definitivo lo ha entregado el buen resultado obtenido en la primera prueba con plástico de cartón realizada la semana pasada durante el Mobile, como avanzó La Vanguardia. En ella participaron más de 23.000 congresistas que llevaron a promontorio más de 150.000 viajes.
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