Luis Medina, hijo del fallecido Duque de Feria y Naty Abascal, hizo poco más que conectar a Alberto Luceño, comisionista en el pelotazo de las mascarillas madrileñas, con el primo del corregidor de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.
Desde que saltó el escándalo, él ha sostenido que su papel fue solamente de enlace y por eso cobró un millón de euros de guisa absolutamente permitido. Pues aceptablemente, el sumario de la causa, a raíz de la querella de la Fiscalía Anticorrupción y al que ha tenido comunicación La Vanguardia, desmonta con anterioridad esta traducción.
20 de marzo de 2020. Madrid —como el resto de España— vivía los momentos más duros de la pandemia: los muertos por coronavirus se contaban por centenares. Ese día, el Concejo suscribió un convenio con la Empresa Municipal de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid por el que esta última se comprometía a asegurar el suministro de material retrete y de seguridad personal a todos aquellos trabajadores que dependen del consistorio.
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Las diligencias iniciales de la Fiscalía —que se iniciaron en noviembre de 2020 tras una alerta del Servicio de Prevención de Blanqueadura de Capitales (Sepblac)— dejan reflejado que ese mismo día, el 20 de marzo, Elena Collado, designada como coordinadora de estos contratos urgentes, entra en contacto con Medina.
La esclavitud de correos electrónicos entre Medina y Collado arranca ese mismo 20 de marzo por parte de la cargo notorio madrileña. "Estimado Luis: Te mando el cuadro con las deposición del Concejo, en caso de que no llegáramos al imperceptible podemos ampliar el pedido porque seguro que todo el material es necesario y nos va a hacer error. Te agradezco muchísimo toda la ayuda que nos estás prestando. He puesto en copia a las delegadas de Hacienda, Seguridad y Emergencias, y al coordinador de Emergencias. Un achuchón, hablamos".
LV_ El magistrado no puede copar al comisionista Luis Medina porque solo tiene 250 euros en su cuenta
Un día posteriormente, Medina rebate, bajo el asunto “Corona tests”. “Aquí tienes tests. Estoy hablando con la manufactura para cerrar formas de plazo etc. Venderé a Colombia pero podría reservar una parte pequeña para vosotros”, rebate.
Desde el Concejo de Madrid a Medina:
¿Qué pedido imperceptible podríamos hacer? ¿Cuál es el precio conjunto? Mil gracias"
Ese mismo día, recibe respuesta de Collado: "Buenas tardes Luis. Dos preguntas sobre el test: ¿Qué pedido imperceptible podríamos hacer? ¿Cuál es el precio conjunto? Mil gracias". En esta ocasión, Medina rebate esa misma tarde: "Te lo digo mañana por la mañana, China dormida". Su interlocutora cierra la esclavitud: "Claro!!! Mil gracias".
A partir de ese momento, comenzaron a contrarreloj las gestiones para cerrar los contratos por 15 millones de euros y que pudiera ascender cuanto antiguamente a Madrid todo el material retrete concertado, procedente de Malasia. En medio de esas interlocuciones, concretamente el 26 de marzo, es cuando el corregidor Martínez-Almeida apasionamiento a Medina. Así queda reflejado en unos WhatsApp entre Luceño y Collado: "Ya me ha dicho Luis (Medina) que le llamó Almeida". Según la traducción del corregidor, esa citación —en parte de la negociación— fue para "para agradecerle la donación" de 183.000 mascarillas que el patrón —paradójicamente— habría hecho al Concejo de una partida de las mascarillas que vendió a precio de oro.
Cuatro días posteriormente de esa citación, Luceño envía un email a su socio en este negocio —y ahora entreambos investigados— para comunicarle que han recibido parte del monises. El asunto del correo electrónico es “2 transfer”, y lo que escribe el patrón es más aceptablemente escueto: “Pa la costal…”. Medina le rebate con empaque: “Correctamente!!!!”.
Correos electrónicos del 'pelotazo' de las mascarillas
Según consta en uno de los escritos de Anticorrupción, entre el 24 de marzo y el 6 de abril de ese 2020 se enviaron varias transferencias de la empresa pública por valía de 16 millones de dólares al Malasian Banking Berhad (Maybank) a cortesía de la mercantil Leno. A partir del 31 de marzo, en cuentas de Luceño y Medina se recibieron varias transferencias por valía de 6 millones de dólares. De esa comisión, un millón de euros acabó en manos de Medina, una cantidad de la que ya no queda carencia en sus cuentas.
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