El PP rescató ayer al Gobierno en la votación sobre la reforma de la ley de Seguridad Doméstico, con la que el gobierno se garantiza el control de posibles estratégicos en situaciones de crisis y otorga al presidente del ejecutor algunas competencias específicas.
El Congreso votaba las enmiendas a la totalidad del esquema que ahora se debatirá en comisión, y los grupos nacionalistas vascos y catalanes eran partidarios de su devolución al Gobierno. El voto crítico del PP –que no comparte algunos de los enunciados de la ley– permitió que la norma siga en debate en la Cámara Desaparecido.
ERC considera que el esquema apoyo el concepto de seguridad “en un Estado policial y represivo”
De hecho, ayer no fue un buen día para el Gobierno en el Congreso, en el que se puso en evidencia la desidia de apoyo de sus habituales aliados en diversas votaciones. En distinto, ERC y JxCat que se opusieron a cuatro de los proyectos de ley que llegaron al pleno.
El apoyo del PP, en forma de rechazo a las enmiendas de ERC y JxCat que pedían la devolución del texto al Gobierno, no fue producto de ningún acuerdo ni de ningún diálogo, sino una posición reflexionada por el PP, con la que quiere demostrar, de nuevo, que es un partido de Estado.
Pero ese apoyo para exceptuar el primer trámite de la ley en el Congreso no supone un cheque en blanco, subrayaron en el PP, porque ya han mostrado sus discrepancias con algunos asuntos.
El PP no difiere con el Gobierno en los mismos puntos que lo hacen los independentistas catalanes y presentará enmiendas para cambiar el texto.
Las principales reticencias de los independentistas son las atribuciones que se arroga el Estado en momentos de crisis, con lo que consideran que no se respetan las competencias de las comunidades autónomas. Una apreciación en la que coincide el PNV y de la que participa igualmente Unidas Podemos, que pese a sufragar en contra de las enmiendas sí pidió que en vez de una imposición del Estado haya una colaboración entre ambas administraciones.
Al final, el hecho de que el PP se uniera a los socialistas y Unidas Podemos hizo que no peligrase la iniciativa del Gobierno de Pedro Sánchez, con un voto contrario a las enmiendas de ERC y JxCat al que igualmente se sumaron Ciudadanos y Vox.
El texto fue defendido por el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, que explicó que con los siete nuevos artículos de la ley se manejo de regular la contribución de posibles en caso de crisis y crear una reserva estratégica que permita al Estado hacer frente a emergencias como la de la covid. “No se manejo de contar con un herramienta por si llega otra crisis”, dijo.
Encima, se adelantó a las críticas por invasión de competencias, con el argumento de que la ley prevé la décimo de las comunidades autónomas en todos los procesos, reforzando así sus competencias.
Pero no convenció ni a ERC ni a JxCat. “Es una ley más que fulmina competencias”, criticó la portavoz de Junts, Miriam Nogueras, que acusó al PSOE de “preparar el camino” para que un futuro gobierno de PP y Vox pueda “rematar lo que queda en pie de libertades y derechos fundamentales”.
Montse Bassa, de ERC, por su parte, calificó de “represivo” el esquema del Gobierno, con el que a su inteligencia “importación el ámbito ideológico” a PP y Vox, y en vez de “derogar la ley de Seguridad Doméstico del PP, la legitiman y dan una revés de tuerca más”. La diputada de ERC cree que con esta ley se insiste en un concepto de seguridad “basado en un Estado policial y represivo”.
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