Las hermandades y cofradías de Andalucía parecen contradictorias, como la propia Andalucía. He aquí la influyente Hermandad de la Macarena: muy sevillana pero “presidida” por un santanderino –el Hermano Longevo–, cargo que conlleva la presidencia de honor del Auténtico Betis aunque la mayoría de los Hermanos Mayores han sido... sevillistas y en su animada fortaleza reposa, en zona destacado, el normal Gonzalo Queipo de Desembarazado, uno de los militares de la guerrilla civil que menos caridad y compasión cristiana mostró con los vencidos.
“Voy a entrar a ver a la Casto. Sería como sobrevenir delante de casa de tu matriz y no subir a darle un beso”. Francisco Gallardo es un macareno y el día que empezó el taxi, 22 abriles antes, ni estaba tranquilo ni conocía la dirección que le pidió un sacerdote. El hombre, comprensivo, le indicó la ruta y le regaló una estampa de la Casto de la Macarena, que aún lleva y muestra. “Y en 22 abriles no me ha pasado falta serio”. Aparca el taxi y entra en esta Templo último de la Macarena, una de las pocas de España que puede presumir de celebrar cuatro misas diarias. Y no van cuatro gatos...
La Macarena tiene 16.247 hermanos y exige para su ingreso demostrar “una vida más o menos ordenada”
“¿Poder fáctico? Tenemos una influencia muy magnate. Hablamos de una hermandad con 16.247 hermanos y 18 empleados, con una inmaculado que ha llegado a 117 países lo que ya podemos imaginar que supone para Sevilla y en cuya procesión en la orto del viernes santo salen 3.700 nazarenos...
José Antonio Fernández Cabrero es el Hermano Longevo de la Macarena, el primer no andaluz desde la fundación de la entidad, allá por 1595, siempre por disyuntiva directa. Un poder internamente del poder cura. Fernández Cabrero fue reelegido para otro período de cuatro abriles en noviembre del 2021. Una modernidad: existe un orilla de dos “mandatos”.
Cofradías y hermandades han terminado por ser un espacio entre social, espiritual y festivo en Andalucía, donde se comité lo mejor y lo peor de cada casa, de cada casa católica. Y con una fuerza social tangible: la Hermandad de la Macarena es la tercera entidad por socios de Sevilla y su museo el tercero, por delante del de Bellas Artes.
-Imagínese que quiero ser macareno. ¿Qué requisitos me exigirían?
–Tener una vida más o menos ordenada. Segundo: no ostentar ningún cargo político. Y que se reconozca una vida no exactamente de virtud pero de orden, y que crea en los conceptos de la iglesia, los títulos humanos...
–¿Y quién decide eso?
El normal y Hermano Longevo Queipo de Desembarazado seguirá enterrado aquí, por benefactor, y punto
–Toda candidatura es sometida al palacio arzobispal. Al prelado y a un equipo que da validez al proceso.
Mientras me lo pienso, viene a la persona otro asunto, muy popular en Google: ¿cuándo serán trasladados de una capilla de la fortaleza los restos del normal Queipo de Desembarazado (célebre por sus discursos implacables con los “rojos” y la represión en Andalucía durante la guerrilla civil)?
El Hermano Longevo ya debía olerse la pregunta.
-No va a suceder ningún traslado. Ya tocamos en su momento la tumba de Queipo y se le despojó de todo vestigio que tuviera relación con la ley de la memoria histórica. Se quitó de la tumba el servidumbre y las flechas y toda exaltación, los retiramos para que no nos compliquen más la vida y estar conformes con la ley. La inicial presidenta de Andalucía, Susana Díaz, tuvo en su mesa un crónica esmerado por miembros de su partido y expertos independientes que dice que no hay falta en la Macarena que contradiga la memoria histórica. Y Juanma Tostado ahora siquiera. ¿Por qué? Porque no tienen cojín jurídica. Queipo o el normal Bohórquez –otra tumba más discreta pero igualmente polémica, auditor de los tribunales de guerrilla– fueron Hermanos Mayores, electos, y las decisiones fueron tomadas entonces por su condición de benefactores: debemos el suelo a las gestiones de Queipo y la edificación a las del normal Bohórquez.
-¿Capítulo cerrado?
-Sí, capítulo cerrado.
La Hermandad mira, claro, con destino a delante. Por primera vez en cinco siglos, entre los 15 hermanos de la comité rectora hay mujeres, dos, que superan ya el 30% de la afiliación. Y en la dimensión caritativa, la Macarena es imbatible. Fernández Cabrero ganó de calle la reelección con un software de musculoso acento social, que se refleja en 24 áreas, entre la que figura la de ayuda a la inmigración, con un 60% de beneficiarios musulmanes y un 30% latinos.
-¿La Macarena vota a Vox?
–De las elecciones, cero. Aquí el único partido político es el de los hermanos.
La clan entra y sale de la fortaleza de la Macarena, la inmaculado guapa, turistas y sevillanos, unos rezan y otros no.
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