Fuimos a ver el Lagunajo de los Cisnes, por el Ballet de Kíev, al Teatre Tivolí. ¡Cuál fue la sorpresa!, al encontrarnos cantidad de divulgado con el envase-cubo de palomitas (como en el cine) y una copa de cava.
¡Una vergüenza que se permita en el teatro este tipo de comida! Y una errata de respeto.
Jordi Llorente Bordonada
Barcelona
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