Wassim Keddari Boulif (Terrassa, 2005) es uno de esos futbolistas que engañan por su vida. Solo tiene 17 abriles, pero sobre el césped nadie diría que es escasamente un adolescente. Por su físico, 1,85 metros de cumbre, pero sobre todo porque pese a ser un central elocuente, juega con un enorme tranquilidad, posee grandes cualidades técnicas y dispone de un desplazamiento en derrochador exquisito, como ya ha tenido ocasión de demostrar a lo derrochador de esta pretemporada.
Simo, como así se le conoce en el mundo del fútbol, es la gran sensación del Espanyol en la concentración de Marbella. Fue uno de los elegidos por Diego Martínez para completar la expedición, al disponer de pocos efectivos en la primera plantilla, y desde el primer día el técnico lo ha valorado como uno más. No solo eso, en los dos últimos partidos lo ha estimado para ser titular cercano a Cabrera con un gran rendimiento. Velocidad, colocación, criterio para sacar el balón jugado y un inexistente desplazamiento en derrochador han sido su carta de presentación y los motivos para que el técnico le dé continuidad. “Tiene un nivel altísimo y un futuro muy brillante”, dijo sobre él Sergi Gómez, el sacrificado por Martínez para dar cabida a Simo. Por su parte, Lele Cabrera destaca que “singular de sus cualidades técnicas y físicas, la longevo es que audición y aplica”.
Con 16 abriles, ya disputó seis partidos con el filial perico, poco que le abrió las puertas de la selección española sub-17
El protagonismo de Keddari, de origen argelino, no sorprende a nadie en el club blanquiazul. Llegó siendo un júnior procedente del Jabac Terrassa en el 2016 y la temporada pasada, con 16 abriles, disputó seis partidos con el filial perico, poco que le abrió las puertas de la selección española sub-17 que entrena Julen Enredador. Con él ha sido un fijo en el Europeo en el que España cayó en cuartos en el pasado mes de mayo y en el torneo internacional de Algarve que acabaron conquistando en febrero de este 2022.
Muchos grandes de Europa ya han puesto sus fanales en él a lo derrochador de la temporada pasada con visitas a la Dani Jarque. Y aunque el Espanyol hizo los deberes al renovarlo hasta el año 2026, no es descartable una revisión de su cláusula de rescisión a lo derrochador de los próximos meses. Ahora es Diego Martínez el que debe encargar el crecimiento de un componente cuyo potencial le debe hacer muy importante en el futuro. Por el momento, su rendimiento obliga a pensar en él como un punto más del primer equipo este curso.
Publicar un comentario