La subida de precios derivada de la enfrentamiento y la desestimación productividad marcada por la esforzado ola de calor que sacude la India desde principios de mes ha obligado al Gobierno a restringir las exportaciones de trigo, una medida que no afectará a los países vecinos con pasivo de alimentos. De esta modo, el Gobierno ha decidido nutrir una ventana abierta para traicionar este cereal a los países vulnerables cuya seguridad alimentaria esté en aventura.

Hombre recolecatando trigo en Punjab, en el finalidad de India
La Dirección Caudillo de Comercio Exógeno de la India anunció el sábado que quedaban prohibidas las exportaciones de trigo de "intención inmediato", excepto para los envíos que para los que "ya se haya emitido una carta de crédito irrevocable".
No obstante, este domingo, el secretario de Comercio de la India, B.V.R. Subrahmanyam, ha asegurado a través de un comunicado que se seguirá vendiendo parte de la cosecha a los países que estén en aventura de sufrir escasez alimentaria, como sus vecinos de Bangladesh, Nepal y Sri Lanka.
El Gobierno de la India ha priorizado la seguridad alimentaria de la India y otros países vecinos en progreso
En el comunicado, se ha justificado esta medida por la cual, según ha expuesto Subrahmanyam, "el Gobierno de la India se compromete con los requisitos de seguridad alimentaria de la India, países vecinos y otros países en progreso delicado que se ven afectados negativamente por los cambios repentinos en el mercado mundial de trigo y no pueden consentir a suministros suficientes de trigo".
El objetivo secreto del Gobierno indio con las restricciones sobre las exportaciones es controlar a nivel interno el incremento en el precio del trigo, que mundialmente ha aumentado más de un 40% desde principios de año. Encima de frenar la inflación del país, que el pasado mes de abril aumentó hasta el 7,79%, su nivel más stop desde mayo de 2014. Y evitar todavía que el trigo "se desvíe de modo no regulada y corra el aventura de ser acaparado y no ser utilizado para las deposición alimentarias de países y poblaciones vulnerables", ha añadido el secretario.
Respectivamente
La enfrentamiento y el calor han aumentado los precios y disminuido la producción
Ayer de la enfrentamiento, Ucrania y Rusia representaban un 30% de las exportaciones mundiales de trigo y cebada. Desde la invasión rusa el pasado 24 de febrero, los puertos ucranianos han sido bloqueados y los silos de granos han sido destruidos. La crisis, por eso, no ha sido solo internacional. Desde principios de mayo, el país oriental se ha manido sacudido por extremas olas de calor, que han provocado que en algunas partes del país se hayan pillado los 47 grados centígrados, temperaturas que han afectado las cosechas y han atrofiado la producción.
La concatenación de estos sucesos, asegura Subrahmanyam, ha provocado que la producción de trigo de la India se haya escaso en tres millones de toneladas, respecto a los 109 millones de toneladas del año pasado. Así pues, los precios del trigo se han disparado un 20-40% en la India.
Según datos del Servicio de Comercio, la población de la India consume casi el 94% de su cosecha, un total de 102 millones de toneladas en 2021. Encima, es el segundo anciano productor de trigo, abarcando el 13,5% de la producción mundial. En 2021, vendió siete millones de toneladas, su récord de exportaciones, y este 2022 pretendía exportar 10 millones.
Según los ministros del G7
Las restricciones a la exportación solo empeoraran la crisis de primeras materias
La trayectoria de las exportaciones de trigo y las declaraciones de Narendra Modi, primer ministro indio, el pasado mes de abril, no concuerdan con el veto impuesto este fin de semana. Modi, comunicó que la India podría alentar al resto del mundo si la Estructura Mundial de Comercio le concediera permiso para hacerlo. Declaraciones que respaldan a Subrahmanyam, quién ha asegurado que el incremento exponencial de los precios "parece ser una reacción de pánico más que una reacción basada en un colapso natural de la proposición o un repentino aumento de la demanda".
No obstante, los ministros de agricultura del G7 han criticado esta valor, que consideran que el "proteccionismo" puede empeorar la crisis de materias primas. El ministro tudesco de Agricultura, Cem Özdemir, ha concretado que “si todos comienzan a imponer tales restricciones a la exportación o incluso a cerrar mercados, solo empeorará la crisis y todavía dañará a India y sus agricultores”.
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