"Conocer historias de superación en un escena mucho más contrario te ayuda a relativizarte", explica Juan Manuel Baixauli, regulador y diseñador del primer campus experiencial universitario que ha celebrado esta pasada semana la Cátedra de Civilización Empresarial de la Universitat de València. Se han ido hasta Marruecos, a las localidades sureñas de Agdz y Erg Chegaga, cuyos paisajes se pintan de desierto.
El patrón, presidente de Consultia Business Travel y fundador de Viajes Geisha allá por 1989, vuelve emocionado de una aventura que búsqueda exprimir al mayor el potencial emprendedor de jóvenes universitarios elegidos a conciencia. Contiguo a otros cinco empresarios y seis emprendedores se han ido 15 jóvenes estudiantes seleccionados de diferentes disciplinas, invitados por el campus.
15 jóvenes estudiantes seleccionados de diferentes disciplinas fueron invitados por el campus: "Ha sido una experiencia de verdad", cuenta el impulsor
"Ha sido una experiencia de verdad. Si todos hiciéramos esto...", reflexiona al otro costado del teléfono. Hablamos con él un día a posteriori de la revés, cuando aún saborea el intenso alucinación. La despedida en el aeropuerto, dice, les dejó tocados a todos y todas.
"Ha sido fascinante. Fuimos a una casa nómada en un oasis donde preguntamos de dónde venían. Les hacíamos entender a los estudiantes que creen que tienen las mismas posibilidades que el resto, pero darte cuenta que eres privilegiado en ciertas cosas, ayuda y eso solo lo puedes conocer si lo ves de cerca", esgrime.
Visitaron una Casbah, hicieron una ruta en camello por el desierto para ver la puesta de sol, montaron en 4x4 camino de un oasis y celebraron sus conclusiones con tambores.
Ese fue el atrezzo para balbucir de experiencias con empresarios locales, así como fomentar las habilidades y la posición, claves para crear y liderar una empresa, según los expertos.

Una de las actividades del campus experiencial en Marruecos
Miguel Santo Juan Bello, de S2 Congregación; Ángela Pérez, de Health in Code; Juan Bueno de Myrentgo Mobility; y Guzmán López de Explorando el Kilimanjaro, forman el equipo de profesores que viajó yuxtapuesto a Baixauli, adicionalmente de los antiguos alumnos de la Cátedra Asier Rojo de Arat Naturaleza; Javier Ortizá de Radiofuente Dinamics; Giancarlo Matos, de myboook.io; Loreto Crespo de Genotipia; la economista Jennifer Carmona y la nutricionista Lorena Jericó.
Asimismo, los alumnos pertenecen a titulaciones diversas, como Ciencias Gastronómicas, ADE-Derecho, Peculio, Relaciones Públicas y marketing digital o Negocios Internacionales.
Una de las profesoras ha sido Ángela Pérez, fundadora de Health in Code y flamante premio Rei Jaume I al Emprendedor 2022
Angela Pérez empezó en un parking en el año 1998 con los 18 millones de pesetas prestados por familiares. En aquella época sólo había 15 grupos de científicos en el mundo que podían secuenciar ADN y ella sabía que era tecnología del futuro, pero los médicos no entendieron sus productos. Así que se dedicaron a la seguridad alimentaria. Su primer cliente fue DACSA. Hoy Health in Code secuencia para 400 empresas en seguridad alimentaria y miles de clientes en biomedicina con seis laboratorios en España, 215 empleados y cuenta 37,5 millones de euros. La suya es la empresa más ilustre de España y una de las 9 en España que existen en estos momentos. Hace unos meses recibió el Premio Rei Jaume I al Emprendedor 2022.
"Ha sido impactante, porque buscábamos un escena atípico, lugares preciosos con intercambios con parentela que tiene una tienda, por ejemplo, y para ellos ha sido muy impactante combinarlo con sesiones de mentoría", explica Baixauli, quien cuenta que el campus experiencial pretende que "los alumnos más brillantes" compartan con empresarios una semana. "En las sesiones, preguntaban, repreguntaban, tenían interés en conocer más", relata.

Otro momento del alucinación que ha hecho la Cátedra con estudiantes de la UV
Bauxali recoge el testificador del patrón Juan Roig, a quien cita en la conversación por ser el primer director que tuvo la Cátedra y quien siempre invita al sector empresarial, en sus escasos discursos públicos, a salir y contar las gestas que tienen en su poseer.
"Desde que empezó el siglo XXI, hemos entendido que tenemos que salir a contar lo que hacemos. Y en este alucinación lo hemos hecho: nos han trillado como personas normales, les contaba lo que me pasaba con su momento, y sentían suyos esos problemas. Somos un espejo", añade este patrón que deje de tenacidad y resiliencia en la carrera empresarial, cuando muchas veces se pasan "de todos los colores", pero necesitamos yacer tranquilos". En el desierto de Marruecos o en casa.
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