El Satanàs de Cristina Plazas planta cara al Dios de Pere Arquillué

En 1667 el escritor inglés John Milton terminaba su poema narrativo más renombrado, El paraíso perdido, un título que se ha convertido en un tópico culto y que, hoy, Andrés Listón y Helena Tornero han querido revisitar. “El poema nos lo podemos creer o proporcionadamente interpretarlo, como hacemos con la Sagrada Escritura,” afirma Listón, que dirige la adecuación teatral de Tornero, con quien firman la dramaturgia de Paraíso perdido. 

El simbolismo del poema sobre la expulsión de Abandonado y Eva del Paraíso tangible sube al ambiente del Grec con Pere Arquillué en el papel de Todopoderoso, Cristina Plazas como Satanás, Lucía Juárez como Eva, Rubén de Eguía como Abandonado, Elena Tarrats en el papel de la crimen y Laura Font, en el de la yerro.

Listón refiere que el poema de Milton “es una distracción de la Sagrada Escritura, con la expulsión de Satanás y la creación del báratro, y sobre todo la venganza de Satanás contra Todopoderoso con la tentación de la manzana, que es cuando se crea el pecado flamante.” El director revela que este montaje es un encargo del director de Focus, Daniel Martínez de Obregón, “a quien le interesaba el aspecto de como proxenetismo la rebeldía”. El caso es que “ Milton se enamoró de Satanás y acabó haciendo un elogio de la rebeldía, ya que él mismo participó con Cromwell en el regicidio, que fue el precedente de la Revolución Francesa”.

Andrés Listón dirige la interpretación teatral del poema épico de John Milton hecha por Helena Tornero

“Milton era un protestante muy puritano –continúa Listón– y su poema provoca lecturas opuestas, pero en todo caso es un vademécum muy hermoso, que palabra de nosotros. Para mí lo más interesante es que palabra de la casto política y establece la ética del poder, y de la relación del poder con el ciudadano de a pie. Todopoderoso dice a Abandonado y Eva que pueden hacer lo que quieran menos tocar el árbol de la ciencia. De hecho, sí que pueden tomar su fruto, pero entonces serán mortales. Y eso es lo mismo que pasa con el poder. Dicen que hay suelto antojo pero yo no lo creo. Si haces según qué, te cortan el cuello. Y Eva hizo una verdadera revolución mordiendo la manzana porque quería retener”.

Tornero es la responsable de la adecuación teatral y además ha hecho una reinterpretación del papel de la mujer, que explica así: La Sagrada Escritura da poco espacio a este episodio del Paraíso y, en cambio, Milton lo amplifica e incide mucho en la misoginia de la mujer desdichado, que por ser curiosa y querer retener trae la destrucción. Eso ha afectado a la situación donde se ha colocado a la mujer a lo desprendido de los siglos. Y entonces me planteé que qué pensaba Eva mientras pasaba todo eso, porque en el poema hablan los otros, que son todos hombres”.

La dramaturga además recuerda que “ Todopoderoso siempre sabe qué pasará y va por delante de todo el mundo. A Satanás le error información que Todopoderoso sí tiene”. Añade: “ Todopoderoso le da todo el poder al hombre sobre todas las especies del planeta y hoy pagamos las consecuencias en muchos aspectos, como el cambio climático. La Tierra es un empleo de donde se nos puede expulsar”. 

Y concluye: “En aquella época, al actor se lo asociaba con el demonio porque los dos tenían la capacidad de la transformación. Lo que no decían es que tenía la capacidad de cuestionar el poder, y ese aspecto lo hemos jugado a fondo en nuestra interpretación”.

Paraíso perdido, una coproducción del Grec, el teatro Romea y el Centro Dramático Franquista, se estrenará en el anfiteatro del Grec los días 26 y 27 de julio, y hará temporada en el Romea en otoño.

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